viernes, 13 de septiembre de 2013

8- vuelta a casa

De camino a la orilla, mis amigos me hicieron señales para que me declarase, yo les ignoraba completamente,Elisabeth en cambio se entero de todo y se empezo a reir de una forma muy coqueta. Llegamos por fin a la orilla, todos estábamos agotados, habían sido unas vacaciones muy estresantes, pero todo había acabado, o eso creíamos.
Cuando íbamos a despedirnos, se escuchó un estruendo, era él, la persona que habia secuestrado a Elisabeth.

-Ven
-No, nunca, no quiero casarme contigo Mike!
-Si no te casas conmigo no lo harás con nadie

Mike sacó una pistola, y la disparó, conseguí apartarla de la trayectoria de la bala pero me dio a mi. Abatido, caí al suelo...

-Monstruo!-gritaron mis amigos,

-Que he hecho?! He matado a una persona! Ahora me doi cuenta, soy un monstruo!

Abatido por la culpa, Mike se disparó añ craneo, y en el acto murió.

Mis amigos y Elisabeth estaban junto a mi, llorando sin parar, querían llevarme al hospital pero estaba demasiado lejos. En mis últimos momentos de vida les agradecí todo lo que habían echo por mi,  y por fin le dije a Elisabeth, que la quería:

-No llores por mi, porque estare en cada lágrima y en cada sonrisa, en cada llando y en cada risa, porque te quiero...

Acto seguido, me desplomé en el suelo sin vida...



Fin

domingo, 23 de septiembre de 2012

Capitulo 7: La cima

Llegué a la cima más cansado que nunca, al llegar vi por fin a mis amigos, a los que al ver sonreí mucho, ellos vinieron a darme un abrazo, les conté todo lo que me había pasado hasta ese mismo instante, entonces me acordé de el grito que escuché antes y les pregunté si habían oído algo y me respondieron que ellos también lo habían oído, pero que no sabían su procedencia.

Nos pusimos a pensar  de donde podía haber venido aquel sonido, cuando lo oímos otra vez, venía del agujero del volcán, cogimos la cuerda y nos adentramos en él, bajamos hasta unas rocas salientes, ahí fue donde los vimos, Elísabeth estaba secuetrada, de repente mis amigos gritaron:

-suéltala, Elisabeth le dio una patada y vino corriendo hacia nosotros, él quería llevársela pero nosotros no se lo íbamos a permitir asique fui hacia él pero me dio en la cabeza y quedé inconsciente de nuevo, el rato que estuve inconsciente le dio tiempo para atar a mis amigos y llevárselos al borde junto a la chica.

Al despertar fui corriendo hacia ellos y los vi atados a una piedra apunto de caer, también estaba aquel chico, riéndose y acabando de atar un objeto desconocido, en el objeto introdujo las cuerdas hast¡Suéltala ahora mismo!Él nos respondió que no la soltaría, asique fuimos corriendo hacia él, cuando llegamos la posó en el sa separarlas aleatoriamente y me dijo:

-Corta dos cuerdas, si una de las cuerdas es la incorrecta tus amigos y tu amiga caerán al volcán, aunque también puedes elegir otra cosa, morir tu y que ellos sorevivan.

Estaba en un callejón sin salida, o moría yo o mis amigos y la chica a la quw amaba, al final decidí sacrificarme y morir yo, tras decírselo los soltó y cuando estaba apunto de caer mis amigos empujaron al chico y se calló y la joven dijo:

- Adiós Mike, que tengas felices sueños

Yo abracé a mis amigos y le pregunté a la chica como se llamaba y ella me respondió:

- Me llamo Elísabeth

Desde aquel momento me pareció el nombre más bonito del mundo.

Subimos de nuevo a la superficie para bajar a la barca y regresar a la isla.


Capítulo 6: En busca de la cima

Caí al lado de una cueva, de repente oí el ruido de rocas cayéndose hacia mi, supe que tenía que adentrarme en la cueva, saqué la linterna de la mochila y seguí todo recto.

El camino era estrecho y húmedo, abundaban los murciélagos y las arañas entre otros, moví la linterna en dirección al suelo para ver el camino y vi que había un precipicio y que la única manera de cruzarlo era descendiendo, asique cogí la cuerda y descendí varios metros hasta poder cruzar.

Seguí recto hasta ver que mi camino se dividía, tenía que elegir entre derecha o izquierda, elegí la derecha y seguí hacia allí, el camino parecía seguro, pero no debía confiarme porque podrían pasar cosas malas. Vi un puntito de luz al horizonte y corrí hacia el, pensé que era la salida pero me equivoqué, era una linterna que vi allí tirada, el camino estaba cortado, tuve que volver donde los dos caminos y seguir por la izquierda, otra vez vi luz, pero sabía que no era la de salida, pero para asegurarme fui hacia ella, esta vez acerté era la luz de la salida, pero no la salida al exterior sino la salida por un hueco que daba a la salida, intenté subir pero era demasiado estrecho, las rocas parecían sueltas asique fui quitandolas una a una.

Subí por la cuerda y llegué a la salida corrí hacia ella salí de la cueva, vi el paisaje de nuevo, pero esta vez me pareció mas bonito todavía, intenté subir pero no recordaba el camino asique me puse a pensar hasta que caí en la cuenta de que había cruzado el volcán por dentro, y que el precipicio era por donde saldría la lava. Empecé a escalar de nuevo para subir a la cima, cuando oí el grito de la joven, era el chico que se le llevaba a la cima, con rapidez y agilidad comencé a subir rápidamentehacia la cima, pero el camino era duro y yo estaba cansado, los músculos me decían que parase pero el corazón me decía que siguiese, asique hize caso a mi corazón y subí cada vez más rápido que el segundo anterior solo con un motivo, salvar a la joven de la que me había enamorado.

CAPITULO 5: EL VOLCÁN

Cuando me desperté, desayuné rápido y seguí mi camino, era un expléndida mañana de Verano, había un sol enorme y brillante,y eso me indico que hoy me pasaría algo bueno.

El Sol era abrasador, pero con gran esfuerzo conseguí llegar al volcán, ahora solo tenía que escalarlo.

Subí por puequñas rocas suavemente, intentando que ninguna se desprendiese de su sitio, el camino era largo y cansado, pero podía seguir subiendo, lo que las piernas me aguantasen, cuando estaba a punto de llegar a la ladera una roca se desprendió y pensaba que mi vida había terminado.

Justo cuando empezé a descender una mano blanca y suave me agarró y me consiguió subir a la ladera a descansar, yo con el corazón en la mano del miedo que pasé le di las gracias a aquella joven.

Miré hacia sus ojos y descubrí que era la misma chica del lago, al verle la cara mis ojos empezaron a brillar de manera cegadora, ella empezó a sonreir y me dijo:

- ¿Estas bien?, ¿Te has hecho daño?

Yo la conteste que no, y le pregunté si aquel chico era su novio, ella me contestó que no pero, que él estaba enamorado y que quería estar con ella tanto como si quiere como si no, se le cayó alguna lágrima mientras me contaba la historia, y yo le entregué el pañuelo que ella me había dado dos semanas antes, y le dije:

- Eso está muy mal, tu tienes que estar con quien creas necesario, no con quien te obligue.

Ella me respondió que eso era lo que ella quería pero que aquel chico no la dejaba en paz.

De repente oímos el ruido de alguien escalando, era aquel chico rubio, que quería obligarla a estar con él. Cuando el chico llegó dijo:

- ¿Qué haces aquí con este?

Ella le respondió que estabamos hablando y que podía estar con quien quisiera, el chico se enfadó y la cojió del brazo para llevarsela, yo me levanté y lo empujé para que la soltase pero el se revolvió y me empujó contra el borde con tan mala suerte de que una roca se desprendió y yo caí, esta vez sin la esperanza de que alguien me ayudase

Capítulo 4: La isla misteriosa

Empecé a adentrarme en la isla, me sentía con la intriga de saber que planeaban mis amigos en aquel momento, miré la brújula para pensar en que dirección tendría que ir, asique escojí el oeste. En aquella isla se veía de todo, pájaros, plantas raras, de todo un poco. Al cabo de varios minutos llegué a otra playa, en la que encontré otra nota, que decía:


-Vete en dirección al centro, justo en el volcán estamos nosotros asique date prisa.


Fui en dirección al volcán como me habían dicho, de repente una fuerte ráfaga de viento me tiro al suelo, con la mala suerte de golpearme en la cabeza con una roca y quedar inconsciente, mientras estaba inconsciente me acordé de la joven a la que vi, y también me acordé de algo que oí cuando estaba en el lago:


- Lo siento, pero no puedo


Esas palabras no me decían nada, pero seguía pensando inconscientemente, y me acordé de aquellas lágrimas cristalinas que caín de esos ojos de color miel tan bellos, me desperté pasadas 2 horas, me levanté rápidamente, pero con dolor de cabeza por el golpe que había recibido. El suelo estaba húmedo como si en esas dos horas que pasaron hubiese llovido, me subí a una palmera para ver cuanto me quedaba de camino hasta llegar al volcán, faltaban varios kilómetros, bajé, cojí la mochila y seguí mi camino hacia donde estaban mis amigos, de repente, me entró sed y seguí para ver si encontraba algún río o riachuelo para poder beber, tras andar dos kilómetros sediento, encontré el tan ansiado arroyo, bebí todo el agua que pude hasta hartarme, y como vi que se hizo de noche, dormí allí.

Capitulo 3: MIsion fallida

Tras recuperarme de las heridas y la rotura del pie, intente seguir buscando a aquella joven, tan hermosa, tan indescriptible como lo que sentía por ella en aquel momento, me animé a buscarla, pero esta vz en compañía de mis amigos, nos dirigimos en dirección donde había encontrado a la chica por primera vez, mis amigos buscaron por la  parte donde había uido el cazador, y yo fui  por el tronco en línea recta, esta vez con mas confianza que la vez anterior, la parte del bosque era bonita y abindaban los animales, pero no encontro nada, de vuelta al lago se encontró con sus amigos, y hablaron sobre si habían encontrado algo, pero no  conseguimos nada, tenía la autoestima por los suelos asique volvimos al lago, cuando de repente, vi a la chica en el lago, corrí hacia ella, pero descubrí que estaba con alguien, un chico alto y rubio de ojos azules, al llegar y verlos juntos se me rompió el corazón, asique corrí hacia el bosque. En aquel momento descubrí que no hay que fiarse de quien no conoces, al hacerse de noche volví al lago y no ví nada,ni la tienda, ni a mis amigos, solo una barca en la que había una not, que decía:


- Vamos a pasar lo que queda de vacaciones en esta isla, para que no te acuerdes de lo que ha pasado, asique ven.


Cojí la barca y me adentré en el lago según las indicaciones del mapa, había una niebla muy densa, tan densa que no conseguí ver la isla hasta estar a pocos metros de ella. Cuando llegué  vi una nota pegada en el árbol que decía:


-Ven hacia la otra punta de la isla

sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo 2: En busca de la chica

A la mañana siguiente me desperté con la intriga de volver a estar con aquella joven, desayuné rápidamente, y me puse a investigar el bosque, busqué por todo lo que pude hasta llegar a un lugar oscuro, un tanto tenebroso, me armé de valor hasta cruzar ese lugar, era interminable segun más me adentraba más niebla había, cuando estaba cansado de andar, vi una luz a lo lejos, en ese momento me entró esperanza de encontrar esa chica tan especial, cuando llegué descubrí que era la luna lo que brillaba, asique seguí caminando, al pasar unas horas, me encontré perdido asique busqué la manera de volver a casa, me subí a lo alto de un árbol pero no encontré nada la niebla estaba demasiado alta como para poder ver el horizonte, asique me guíe por mis instintos y seguí en dirección sur, pocos minutos más tarde me encontre una charca, ahí definitibamente me encontré perdido y sin rumbo alguno, vi una roca y m subí sobre ella intentando ver algo, pero una piedra estaba suelta y resbalé, la piedra me cayó al pie y no lo podía mover. Me sentí solo al no ver a nadie a mi alrededor, me fabriqué unas muletas con unos palos gruesos que encontré y seguí mi camino,  miré al cielo y ví que se habia hecho de noche, con varias hojas que encontre tapé y pasé allí la noche, pensando y reflexionando sobre como habia llegado a ese punto de estar solo, al ver salir los primeros rayos de sol empecé a buscar el lago Canrob, me volví a adentrar en el bosque buscando el lago y a mis amigos, pero sobretodo buscando un lugar en el que curarme la pierna, me empezó a rugir el estómago, llevaba casi dos días sin probar bocado, alrededor de las 10 de la mañana, conseguí encontrar el lago, pero muerto de hambre, sed y dolor, me derrumbé en el suelo, y fue entonces cuando me encontraron mis amigos y me llevaron al hospital, pasaron dos días hasta que desperté, pero no vi a nadie a mi lado, me intenté levantar pero el dolor de la pierna no me dejó, cinco minutos después entro el doctor y me confirmo que tenía la rodilla rota, tenía que guardar 6 días de reposo hasta poder andar tranquilamente. A los dos días volví a la tienda de campaña, y no me moví de alli en los siguientes 4 días, llorando por no haber encontrado a quien buscaba, el fracaso de su búsqueda me había roto el corazón,